Empezar a entrenar a tu perro desde pequeño es algo que le marcará una pauta para el resto de su vida. El entrenamiento para perros no es solo una manera de mantenerse en forma, sino que también sirve para que tu mascota sea disciplinada y proactiva.
En este post te damos algunos consejos acerca de cuándo, cómo y por qué empezar a entrenar a tu perro. Puedes hacerlo incluso en casa, así que no hay excusas.
¿Cuándo debería empezar mi mascota a llevar a cabo un entrenamiento para perros?
No existe una edad ideal para empezar a entrenar a tu perro, pero como casi todo, cuanto antes mejor. Si tu perro todavía es un cachorro, lo más probable es que de esta forma, aprender un nuevo entrenamiento para perros sea mucho más sencillo. Así que te recomendamos que lo hagas desde un buen comienzo.
No te preocupes, si tu perro ya es adulto, nunca es tarde para que empiece a entrenar. Eso sí, los ejercicios de entrenamiento son distintos para perros cachorros y perros adultos (al igual que pasa con nosotros los humanos).
¿Cómo crear un plan de entrenamiento para mi perro?
Como comentábamos en el apartado anterior, dependiendo de la edad de tu perro, será ideal crear un tipo de entrenamiento u otro. En este apartado te dejamos algunos ejercicios adaptados a la edad de tu perro.
Entrenamiento para cachorros
El entrenamiento para los cachorros no estará destinado a que su musculatura crezca o a que se convierta en un animal fuerte, pues hasta los 18 o 24 meses de vida, su cuerpo no empieza a ensancharse. Lo importante en esta etapa es fomentar que dediquen toda su energía a jugar, conocer mundo y desarrollarse psíquica y físicamente.
Los paseos largos son recomendables a partir de los 4 meses. Hasta entonces, lo más recomendable es salir a un parque relativamente cercano, que jueguen y que descubran la naturaleza. A partir de estos 4 meses, para mantenerlo en forma, es ideal empezar a dar paseos, pero sin que tu perro se canse mucho. Recuerda que es importante que siga su ritmo sin forzarlo.
Entrenamiento para perros jóvenes y adultos
Una vez los dientes de tu perro hayan crecido y sus niveles de actividad hayan aumentado considerablemente, es ideal empezar a realizar cierto tipo de ejercicios que mantengan su vitalidad al máximo. Un ejemplo de ello es correr. Antes de empezar a correr con tu perro, deberías consultar con el veterinario qué tipo de distancias o periodo de tiempo le conviene correr según la raza a la que pertenezca.
Jugar a recoger la pelota es una buena opción si eres tú el que no quiere cansarse mucho. Por último, dar un paseo por el parque o ir de ruta de vez en cuando le ayudará a tu perro a mantenerse en forma, pero también a explorar nuevos entornos y a mantenerse feliz. Tal como tu perro vaya haciéndose mayor, verás que será necesario adaptar su entrenamiento: quizás disminuyendo el tiempo de ejercicio, la distancia o la intensidad.
Ahora ya dispones de todo lo necesario para empezar a entrenar a tu perro. ¡Recuerda consultar a tu veterinario ante cualquier duda!
Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para que le enseñes algunos trucos a tu perro. Los beneficios que obtendrás serán invaluables ya que el entrenamiento sirve como estimulación mental para el perro y, muchas veces, para el propio dueño. Te ayudará a conocer a tu perro y fortalecerá la relación que tienes con él. Además, te quedarás sorprendido con lo rápido que tu perro puede aprender si lo haces de manera adecuada y positiva.
Para entrenar a tu perro debes seguir tres pasos: 1. Decir el comando acompañado por una señal física; 2. marcar (“¡Bien!”); 3. recompensar.



Comandos
• La señal física tiene que ser clara y siempre debe ser la misma. Si bajas la mano cuando quieres que tu perro se acueste, no la subas la próxima vez que quieras que lo haga.
• El comando verbal debe ser simple, una palabra o dos como mucho: siéntate, al suelo, arriba, toca.
Marcar. Una vez digas el comando y el perro reaccione, tienes que dejarle saber que ha hecho lo correcto. Para eso:
• Usa una palabra constante. Yo uso “¡Bien!” pero algunos entrenadores usan “¡Sí!”
• Dilo con alegría. ¿Ves los signos de exclamación en “¡Bien!”? Marca de manera alegre y con un tono por encima de tu voz normal.
La recompensa. Igual que para ti trabajar conlleva una recompensa, tu perro también se merece una cuando hace algo bueno. Hay muchas recompensas. A algunos perros les encantan los juguetes y las caricias. Lo más efectivo es utilizar delicias para perros. Recomiendo:
• Variación. Cambia de marca y usa trozos de jamón, queso, pollo, pavo, etc. ¡Los perros se vuelven locos cuando los sorprendes!
Tres comandos básicos. Te recomiendo estos comandos para empezar, ya que me han sido muy útiles:
1. Su nombre
2. Sit. Pon una delicia cerca de la nariz del perro y sube la mano. El perro intentará seguirla con la mirada y su trasero caerá al piso. Exclama “¡Bien!” y recompénsalo. Después de varios intentos subiendo la mano, añade “Sit” y después hazlo sin la delicia en la mano.
3. Toca
En un principio todo entrenamiento debe estar libre de distracciones. En la tranquilidad de tu hogar es lo idóneo. Durante las primeras semanas siempre debes usar delicias o algún tipo de comida. Después puedes dejar de darle comida gradualmente pero siempre habrá una recompensa, ya sea una caricia, un juego, un paseo y, de vez en cuando, una delicia.
Entrenar a tu perro debe ser divertido para ambos. ¡Disfrútalo!
Amar a tu perro es cuidar de él, ejercitarlo, estar con él en las buenas y en las malas, y jamás abandonarlo. Aunque cumplas con los cuidados básicos, existen diversas maneras y detalles para mostrarle a tu can lo importante que es para ti y que lo amas incondicionalmente.
Bríndale tu tiempo
Hay algo simple pero fundamental que tu perro necesita: tu tiempo. Aunque estés cansado y no puedas hacer nada con tu perro, le puedes brindar tu compañía. Lo único que requiere es que estés con él. A veces con que estés cerca es suficiente para él y para ti.
Acarícialo
Si tu perro es como la mayoría de los canes, se tumbará a tu lado para que lo acaricies. Acariciar un perro tiene muchos poderes curativos, te puede aliviar estrés y tendrás a tu lado una masa peluda radiando de felicidad.
Llévalo a pasear
Un perro necesita varios paseos diarios. Esto le permite hacer ejercicio y conocer su entorno fuera del hogar. Los paseos deben ser largos y placenteros. Sácalo con la correa puesta y aprende a pasearlo de manera positiva.



Juega con él
Parte de la rutina diaria de tu perro es jugar. Hay distintas maneras de jugar. Algunas son iniciadas por él (e.g. cuando tu perro se da la vuelta, te mira y empieza a correr, invitándote a que te unas a él); o por ti (e.g. cuando tiras una pelota y él te la trae). Incluso a los perros mayores les encanta jugar.
Preséntale tu mundo
Tu perro necesita socialización. Exponlo a todo tipo de personas, lugares, mascotas y sonidos. Todas las situaciones deben ser positivas. No sólo tendrás un perro equilibrado, que no le tiene miedo a sus alrededores; también pasarás tiempo con él.
Llévalo al parque de perros
Si tienes un perro adulto esterilizado, que además se porta bien, un parque es ideal. Deja los juguetes y las delicias en casa y supervisa a tu perro en el parque, donde puede jugar libre de la correa. Prepara a tu cachorro para que vaya al parque en el futuro a través de la socialización. Preséntale otros canes en tu vecindario y a las mascotas de tus amigos.



Entrénalo
Esto incluye socializarlo, hacer ejercicio con él y enseñarle obediencia básica. Puede ser algo tan simple como enseñarle un truco. Utiliza el reforzamiento positivo y abstente de castigos o gritos. De esta forma aprenderá con facilidad y podrás modificar el comportamiento que no desees sin estrés para ninguno de ustedes. Tu perro se merece premios por portarse bien.
¡Sorpréndelo con un premio!
¿Qué sorprende a tu perro? ¿Un cambio de comida? ¿Un trocito de jamón como recompensa a un Sit que lleva años haciendo? Si no sabes lo que sorprende a tu cánido es hora que te enteres. Averígualo. Puede ser un paseo inesperado o acceso al exterior, una delicia o hasta que lo rasques.
Tus responsabilidades como dueño de perro parecen nunca acabar y resulta fácil perderse entre todo lo que deberías o no hacer por tu perro. No obstante, la clave para el éxito con canes se reduce a la simplicidad. Lee aquí los cuidados fundamentales que ningún dueño de perro debe evadir, simplificados de la mejor manera posible para que tengas objetivos tangibles y realistas y mantengas a tu perro contento.



Nutrición
Ningún animal prescinde de ella. La comida nutre y da energía y es una fuente necesaria para su salud, aspecto físico y satisfacción. Aunque puedes abstenerte de comprar juguetes caros, camas y otros artículos que no son del todo necesarios, la comida de tu perro debe ser nutritiva y de buena calidad, con suficiente proteína para vigorizar a tu can. Invierte en comida y fíjate si tu perro se muestra con energía y con el pelo brillante y suave.



Acicalamiento
Baño, corte de pelo, recorte de uñas, cuidado de los oídos y limpieza de la cara son sólo algunos de los cuidados que necesitará tu perro. Lo fundamental es que el perro se sienta a gusto con las personas y tolere que lo toquen, que esté tranquilo y permita que le hagan estas cosas. Dependiendo de la raza del perro, necesitará ciertos cuidados más o menos a menudo que otros perros. Por ejemplo, un perro de pelo en constante crecimiento, como el Shih Tzu, requiere de recortes frecuentemente, mientras que un Staffordshire no.



Ayuda profesional
No lo puedes hacer todo tú solo y aunque siempre es bueno que seas receptivo a las recomendaciones de familiares y amigos, nadie te puede ayudar como lo haría un profesional. La ayuda profesional sobre todo se enfoca en los veterinarios y en los entrenadores caninos. Sólo tu veterinario te podrá aconsejar sobre lo mejor para la salud de tu perro y será tu aliado para tomar decisiones sobre su bienestar. Cuando se trate de vacunas, esterilización y enfermedades, tu veterinario podrá ayudarte. Los entrenadores profesionales que llevan años adiestrando perros te orientarán sobre formas para modificar el comportamiento de tu perro y serán una buena fuente de información sobre todo lo canino. Otros ayudantes profesionales o compañías incluyen dog sitters, peluqueros caninos y guarderías de perros, las cuales servirán cuando te vayas de viaje, tengas alguna emergencia o simplemente porque trabajes fuera de casa.



Ejercicio
Hay muchas formas de ejercitar a tu perro. Si tienes un perro grande y con mucho empuje, lo puedes llevar a correr, pero las largas caminatas son favorables para casi todos los perros. Muchos perros se benefician de visitar un parque diseñado especialmente para ellos y, si decides hacerlo, lo mejor es llevar a canes adultos con buen comportamiento y esterilizados, para evitar problemas. Otras formas de ejercicio es permitir que tu perro juegue con otro perro, dejarlo nadar junto a ti en el verano o hacer distintas actividades con él dentro y fuera de casa, como jugar al escondite o tira y afloja. Una idea errónea es pensar que no todos los perros necesitan ejercicio, pero lo cierto es simplemente que algunos perros lo necesitan más que otros.



Educación
Todo perro la necesita o no podrá convivir en esta sociedad. La educación incluye socialización, obediencia básica, poner reglas y utilizar reforzamiento positivo. No incluye castigos o utilizar gritos. Ten autoridad, pero con benevolencia y amor.